Hagamos honor a los malhumorados, a quienes andamos por la
vida cuestionando la realidad, y en muchos casos alcanzando límites impensables.
Aunque muchos desmientan mis intenciones, cuando no hay nada mejor para hacer, una buena alternativa contra el ocio improductivo es el acto de hacer catarsis y canalizar protestas...

Aunque muchos desmientan mis intenciones, cuando no hay nada mejor para hacer, una buena alternativa contra el ocio improductivo es el acto de hacer catarsis y canalizar protestas...
Hoy me opongo a las bromas de mal gusto que me juega el azar:
Protesto porque en el shopping, cada vez que quiero utilizar la escalera mecánica para subir, funciona en sentido contrario...
Protesto por el sistema de transporte de la Ciudad y las “frecuencias” tan poco frecuentes...
Me opongo a las publicidades que emplean como recurso para captar la atención del público el la provitamina B5, “Lk-sei defensis”, el “bio puritas”, el “actio regularis”, el “ácido asetil salicílico”, y toda una sarta de tecnicismos que sabrá Dios el significado que tendrán....
Me opongo a comprar plasmas, en vez de televisores pantalla plana; a consumir fibras en vez de maíz; a tomar leche fortificada con calcio, hierro y cincuenta mil bacterias menos que aquella que bebían nuestros abuelos en el campo...
Protesto porque ya no se comercializa la leche cultivada; ni dulce de leche con chocolate (Piedra Libre, Bagley)...
Me opongo a todo “pseudo ciudadano” que diga con total naturalidad: “el sistema funciona así, no tenés que preguntarte por qué funciona así”. Esta también es la Patria que parió a muchos mediocres.

Me opongo a contestar gentilmente a los pesados que no se cansan de llamar telefónicamente para ofrecer servicios de internet, banda ancha, plazos fijos, tarjetas de crédito. Maldigo a la “mente brillante” que dijo que el telemárketing funciona, cuando en realidad es una herramientas válida para romper las pelotas.
Me opongo a quienes tienen la maldita costumbre de “economizar” caracteres y escribir mensajes de texto con errores de ortografía. Es un insulto al idioma, aunque como diría una amiga “increíblemente seguimos entendiéndonos”; yo me resisto a seguir entendiendo "a medias"...
Alguien más que desee sumar gritos de protesta? Los escucho!
1 comentario:
Simplemente genial!
Completamente de acuerdo!
Lo único que agregaría es "esto", la era digital... que nos ha hecho perder el gusto por el papel y encima generándonos un gran cargo de conciencia ya que, en realidad, este medio "protege" los tan preciados arbolitos.
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